Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
Cierto es que el presidente Andrés Manuel López Obrador, cada día, se convierte en un alegador imparable, desde la tribuna de la mañanera del Palacio Nacional, hace trizas a sus adversarios políticos- y los que no son sus aliados, y están en su contra, a estos les llama conservadores, o neoliberales, al servicio de la mafia.
No hay un día que no riña, que no cuestione, que no provoque fuertes discusiones, no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional con los gobiernos que no compagina- y por supuesto, trata de imponer sus criterios con su renuente actitud y su palabra como la única voz que tiene la razón, pero no.
No escucha a sus asesores, que no debiera tenerlos, porque su arenga es irrevocable, y nadie le contradice. Es el pandero- y nada más- su equipo de trabajo debe ser leal, sumiso- y sin derecho a discernir, opinar, menos a debatir, o contradecirle, porque él tiene otros datos- y nada más, porque les aplica la guillotina.
Imagínese, las últimas de sus cuitas, una de ellas, fue en contra del gobierno español al grado que pidió públicamente una pausa en las relaciones entre México y España, así, como, sí vivieran en un desierto, ya no habrá comunicación. O bien estarán mudos, o de que se trata, sin precaver que esto puede afectar las relaciones bilaterales.
El argumento del presidente de México es la falta de visión, sin entender hasta dónde pueden llegar las consecuencias, a decir, porque ya basta, ya no será igual, ya no habrá transacciones ilegales y fraudulentas montadas por las cúpulas de los gobiernos de España y los neoliberales de México, que saquearon y aún siguen robando las riquezas naturales, o bien, de la industria energética de los mexicanos con la ventaja para las empresas españolas.
Otro encontronazo de presidente de los mexicanos fue con el gobierno de Panamá porque este, le rebotó las propuestas de los que serían los embajadores de México en Panamá, estos son: Pedro Salmerón y Jesusa Rodríguez, por no reunir los requisitos diplomáticos y, además, tienen antecedentes ilícitos.
El motivo de la pausa en las relaciones entre México y España causó estupor no solamente en estos países, sino en todo el orbe, principalmente en los países europeos y América Latina, y las rechiflas fueron para México, no para el presidente, sino para los mexicanos, así, las relaciones diplomáticas van de menos a más, tomando en cuenta que España es el segundo socio comercial con México.
Si hay desbalances en los tratados comerciales entre España y México, para eso, están las instituciones de ambos gobiernos para dirimir diferencias en el diálogo y la concertación, pero de ninguna manera pausar las relaciones entre estos países, pues eso, significa un enfriamiento comercial y por supuesto, se frenan las inversiones.
El presidente está cayendo en una desesperación deprimente, que puede trastocar su autoestima, en el caso de su hijo, José Ramón López Beltrán y la esposa de este, Carolyn Adams, denunciados públicamente por Platinus y “Mexicanos Contra la Corrupción y La Impunidad”, de vivir con excesos de lujo y una riqueza inexplicable en Houston Texas con bienes inmuebles valuados en millones de dólares, que el propio José Ramón no ha explicado el origen de su patrimonio.
Todo esto le caló hondo al presidente de la 4T, y arremetió en contra de los periodistas, Carlos Loret de Mola y Carmen Aristegui, por haber denunciado y difundido la presunta corrupción de su vástago, que va contra los principios de su padre, que como presidente, enarbola la honestidad, la humildad, la honradez, y por supuesto, está en contra de la opulencia, la riqueza mal habida, la mentira, la traición, el hurto, al grado que se proclama como el gobierno de los pobres.
Todo se le complica al presidente, al tomar una actitud de represión en contra de Carlos Loret de Mola, en franco reto a la libertad de expresión, a la vez de violar la Constitución y el Estado de Derecho, al transgredir la Ley Federal de Protección de Datos Personales.
Esto luego de que el gobierno de la 4T investigó y dio a conocer públicamente cuánto gana Carlos Loret de Mola en las empresas periodísticas en donde labora- y porque le pagan tanto, porque resulta que gana 15 veces más que el propio presidente de los mexicanos, pero resulta, que según, Carlos Loret, son cifras falsa en infladas, pero de cualquier manera el gobierno no puede ni debe difundir datos personales, más en este caso, que el periodista trabaja en empresas privadas y no, en el sistema de gobierno.
Todo se le revirtió. Se echó encima al gremio periodístico, a los que ejercen con ética y profesionalismo, a los que hacen de la crítica, un derecho a la información y cumplen con su cometido estipulado en la Constitución, pero no solo esto, el presidente está recibiendo las condenas de los mexicanos conscientes y en uso de la razón porque violó el Estado de Derecho, por delatar datos personales, por cierto, penado, por lo que se espera una demanda en los tribunales.
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